Thursday, September 20, 2012

Y el perfume lleno toda la casa

La escritura nos cuenta que en alguna ocasión mientras Jesús estaba en una comida llego una mujer con un alabastro de perfume muy caro y lo derramo sobre la cabeza de Jesús. Mientras todos observaban este hecho insólito y con el asombro de muchos la casa se lleno del olor del perfume y todos los presentes se pudieron dar cuenta de lo sucedido.

Yo creo que este hecho nos deja una gran enseñanza, pues nuestra vida debería de ser como esa mujer que al estar alabando y adorando a Dios la casa donde estemos se llene del olor de nuestras oraciones y alabanzas a El. Que los demás puedan reconocer que delante del Rey nosotros vertimos nuestras vidas y a Él le agrada, ¿Se imagina a usted que pasaría cuando otros puedan ver y sentir nuestras alabanzas?

A Jesús seguramente le gusto esta acción de sacrificio. Lo importante no es cuanto cueste el perfume sino con que corazón lo hacemos hacia El. Llenemos el santuario de Dios con todo lo que tenemos y hagamos que huela de las alabanzas que levantamos hacia El. Rompamos nuestro perfume y derramémoslo hacia el Rey, el único en recibir toda la gloria y la honra.

Pastor Israel Hernandez
La Casa de Dios ministerio Hispano de Christ Church