Les confieso. Esta mañana me pare tarde. Deje que mi sueño me ganara y me pare
tarde. Les desperté a mis hijos y les di
de comer y luego puse a hacer el café.
Me encanta el café en la mañana.
Me ayuda despertarme en la mañana.
Me da un poco mas de energía para empezar mi día. Luego, me vestí y me arregle por el día. Todo este asunto me tomo acerca de una hora. Subí
a mi niño a la camioneta y lo lleve a la escuela y muy adentro de mí, escuche
la voz del Espíritu Santo. “Si te
vestiste de ropa y te arreglaste tu cuerpo pero tu espíritu y corazón?”
Muchas veces, nos dedicamos más
tiempo en arreglar o cuidar nuestros cuerpos y mentes más que a nuestro espíritu
y corazón. Nos bañamos, nos arreglamos,
comemos, y estudiamos pero ¿oramos?
¿Leemos la palabra de Dios? ¿Nos
congregamos? Efesios nos dice que
necesitamos “renovarnos espiritualmente en su manera de juzgar, y revestirnos
de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios y que se distingue por una vida
recta y pura, basada en la verdad.”
Como el café me da energía física
en la mañana, el Espíritu Santo nos da energía en nuestros espíritus. Necesitamos tomar el tiempo para vestirnos de
El y estar listos para el día. Jamás
saldríamos de nuestras casas desnudos entonces ¿porque salimos desnudos del
corazón? Hoy les animo que salgan vestidos completamente, tanto en lo físico y
especialmente en lo espiritual. ¡Que Dios le bendiga!
Pastora Sonia
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