En mi mente
cuando escucho que alguien es un aprendiz o un pupilo dos cosas me vienen a la
mente, artesanías y deportes. El primero porque la palabra aprendiz la he
escuchado para los jóvenes que están aprendiendo a como hacer alguna artesanía
y están preparándose para aprender el oficio. El segundo, la palabra pupilo la
he escuchado para los deportistas que están bajo el aprendizaje de algún
entrenador que les esta enseñando a como ser mejores en el deporte. Cualquiera
que se el significado para los dos, en mi entendimiento ambos cumplen una función,
“aprender”. Están en un proceso de llenar su mente de nuevo conocimiento para
su vida diaria.
En el
griego la palabra discípulo es “mathete” que significa aprendiz o pupilo. Es decir
los discípulos, de quien sean, son personas que están bajo el cuidado de un
maestro o entrenador. Estos están aprendiendo de primera mano lo que su maestro
les va a enseñar y poner en su mente. En el caso de nosotros los que hemos creído
en Cristo, somos aprendices o pupilos de El. Estamos bajo sus órdenes y
aprendemos de sus obras y palabras escritas en la Biblia. Muchas veces
aprendemos por medio del ejemplo de otros discípulos de Cristo, por la
experiencia que ellos han tenido en su caminar con El. El punto principal es
reconocer que somos sus aprendices.
El punto
culminante de cualquier discípulo es saber que así como se aprende, así también
se debe de enseñar a otros. Es un proceso de aprender y de enseñar, pues los discípulos
se reproducen. Nunca fue la intención de Cristo levantar a doce discípulos y
luego irse para que no se reproducieran, al contrario la gran comisión nos dice
“id y haced discípulos...” la multiplicación de los discípulos de Cristo es básica
y esencial. Aprenda a ser discípulo y multiplíquese pues esto es el llamado de
Dios.
Pastor
Israel Hernández
La Casa de
Dios Ministerio Hispano de Christ Church
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